Soy un Networker atípico.

Soy un Networker atípico, lo sé, y eso es lo que me hace especial, diferente, autentica, me hace única, me hace amar mi trabajo y entender las poderosas razones por las que lo hago.

No me creo la empresaria más empresaria del mundo porque hago un negocio como estos, no me creo más inteligente ni menos que ninguna otra persona que no tome la decisión; no siento que sea la única oportunidad (solo es una de tantas), simplemente entre todo lo que he analizado, experimentado, desarrollado y estudiado, es la más apalancable e inteligente para mi.

No soy networker para sentirme más que nadie, ni para mostrar mis ínfulas de superioridad por ser mi propio jefe o tener autonomía. Tampoco lo hago porque el desarrollo personal me interese más que a otros, simplemente entiendo que en esta profesión y para el estilo de vida que elegí esta cualidad es fundamental trabajarla.

No hago este tipo de negocio por emoción o porque alguien me vendió la idea de ser millonaria algún día, tampoco porque asistí a un evento a recitar mantras y frases que otros dicen para anclar mi accionar y no enfocarme realmente en mis resultados; lo hago con plena conciencia, razón y conocimiento, entendiendo que el dinero llega detrás del esfuerzo, del trabajo, de la preparación y de ayudar a otros a que crezcan y se desarrollen.

En especial esto último, ayudar a otros. La única forma de lograr lo prometido en el Network Marketing es desarrollando lideres mejores y más capaces que tú; el éxito real está en que las personas alcancen su máximo potencial en la vida y lo utilicen a su beneficio; que se conviertan en personas confiables y seguras, dignas de hacer que otros quieran seguir y vivir su visión.

Simplemente lo hago porque es un negocio que te permite mayores facilidades, beneficios y ventajas de crecimiento apalancado, construcción en poco tiempo, con bajos costos de inversión y sostenibilidad; lo hago porque lo entiendo como una profesión, lo he estudiado y lo comprendo desde su lógica y funcionamiento, no desde la emoción y la irracionalidad desbordada.

Lo veo como un negocio que te permite dar un salto cuántico al generar grandes ingresos con pocos gastos, con ganancias superiores a 6 cifras que perfectamente pueden apoyarte en la creación de otros negocios, otras inversiones y en crear un estilo de vida lleno de completa libertad.

Realmente lo que me lleva a desarrollar con profesionalismo, determinación y enfoque esta industria no es ella es si misma, sinceramente lo que me emociona y apasiona son mis sueños, mi vida, mi libertad y mi futuro; por ende este negocio me da las posibilidades para alcanzarlo en el tiempo y con las condiciones que quiero.

Eso no quiere decir que no pueda hacerlos realidad desde cualquier otro negocio, simplemente bajo mi filosofía, mis habilidades y mis gustos, en este momento para mi es la mejor opción.

Por eso soy atípica, porque no me verás con traje todo el tiempo, ni persiguiendo gente, ni tratando de bruto a nadie, no me verás presumiendo en redes mis ganancias, mis reconocimientos, ni mis viajes corporativos, tampoco el número de miembros de mi equipo que no son únicamente míos sino la consecuencia de un trabajo de toda una organización en diferentes mercados.

Esa es una realidad y ahí está, pero jamás será un arma para sentirme más o menos que otra persona. Por qué me sentiría más si es una profesión tan bella como cualquiera, que brinda muchas oportunidades como muy pocas, eso sí; es incluyente porque al final es una profesión que la hace exitosa el profesional que la desarrolla no la industria en sí misma.

Por el contrario sí me veras edificando a otros, compartiendo contenido de valor, preparándome para desarrollar el líder que está en mí y para ayudar a desarrollar otros líderes. Me verás incentivando a otros a creer en si mismos, a retarse, a encontrar sus más grandes talentos, a que vivan como sueñan y no como les toca. Me verás promoviendo el potencial humano y su poder inquebrantable para conseguir todo lo que cada uno se proponga.

Quizás no todos quienes se involucren en esta industria lo logren, de eso la experiencia me permite tener certeza. Pero lo que sí puedo asegurarte es que todo aquel que lo haya hecho y haya dado su máximo nunca volverá a ser el mismo, porque el proceso le habrá desarrollado habilidades y una mayor creencia en sí mismo que lo llevarán a donde quiera ir.

No siento que el éxito de este negocio radique en la casa que te compras, en la ropa que presumes o en el estilo de vida que vendas, sino en la persona en la que te conviertes y en las vidas que tocas e impactas para alcanzar tu objetivo.

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